Ciclos circadianos y tratamientos de la piel: La ciencia del cuidado cutáneo.

El cuidado de la piel no solo depende de los productos que utilizamos, sino también del momento del día en que los aplicamos. 

 

Nuestro cuerpo está gobernado por los ciclos circadianos, ritmos biológicos de 24 horas que regulan diversas funciones, incluida la regeneración cutánea. Comprender estos ciclos puede ayudarnos a optimizar los tratamientos dermatológicos y mejorar la salud de nuestra piel. 

 

El ritmo circadiano de la piel

 

La piel sigue un reloj biológico que dicta su comportamiento a lo largo del día:

 

- Día: Durante las horas de luz, la piel actúa como una barrera protectora contra agresores externos, la radiación UV, la contaminación... En este periodo, la producción de sebo es mayor y la renovación celular más lenta. 

 

- Noche: Mientras dormimos, la piel entra en modo reparación. Se acelera la renovación celular, aumenta la producción de colágeno y se activan procesos de desintoxicación. La permeabilidad cutánea es mayor también, lo que facilita la absorción de principios activos.

 

 Aprovechar los ciclos para un mejor cuidado 

 

- Mañana: Hidratación y protección 

 

La rutina matutina es clave para reforzar la barrera cutánea y protegernos del exposoma. Aplicaremos limpiadores suaves para eliminar los restos de producto que aplicamos la noche anterior. Cremas hidratantes que pueden contener antioxidantes (como la vitamina C) para combatir los radicales libres. Y, sobre todo en esta época que se avecina, protector solar de amplio espectro para prevenir el fotoenvejecimiento y el daño causado por la radiación UV. 

 

- Noche: Reparación y regeneración 

 

La noche es el momento ideal para tratamientos intensivos. Limpiaremos profundamente para eliminar el exceso de sebo, las sustancias y las impurezas acumuladas durante el día. Aplicaremos productos tipo serum (que contienen muchos principios activos en muy poca cantidad de producto) con una composición adecuada al problema que queramos tratar: hidratantes, reafirmantes, antioxidantes, antiarrugas, etc. 

 

Sincronizar una rutina de cuidado de la piel con los ciclos circadianos potencia la eficacia de los tratamientos y contribuye a una piel más sana y equilibrada. Adaptar los productos al momento del día no solo optimiza su efecto, sino que también respeta los ritmos naturales del organismo, promoviendo una piel mucho más fuerte, resistente y luminosa. 

 

-Cuidar la piel no es una meta, es un viaje-

Nuevos avances en cosmética: Bacterias amigas

La ciencia de la cosmética ha experimentado una revolución impulsada por la biotecnología y los avances en microbiología. Uno de los descubrimientos más fascinantes en este campo ha sido el papel crucial que desempeñan las bacterias beneficiosas en el cuidado de la piel. 

El microbioma se define como la totalidad de los microbios que habitan dentro y fuera del organismo (bacterias, virus y hongos) que, además de ser cohabitantes pasivos, son un factor importante en nuestra salud. Juegan un papel fundamental en la salud general de nuestra piel y contribuye en gran medida a protegerla frente a problemas cutáneos; por tanto, es increíblemente importante mantener un microbioma equilibrado.

 El microbioma es único en cada persona, y cada persona vive en simbiosis con él. La piel ofrece a las bacterias un hábitat y nutrientes, y a cambio, las bacterias protegen la piel frente a la penetración de microorganismos patógenos (gérmenes que provocan enfermedades).

 

 Cuidar la microbiota 

 

No es tan sencillo como parece. No basta con usar bacterias o levaduras beneficiosas, sino que la idea es más bien modificar la microbiota para que funcione correctamente y mejorar así la salud del huésped con probióticos, prebióticos (o ambos) y antioxidantes. Éstos ayudan a reconstruir la flora cutánea y a mantener su equilibrio natural. 

 

   - Prebióticos: son fibras especializadas de origen vegetal que sirven para estimular el crecimiento bacteriano necesario para el buen mantenimiento de la piel. La mayoría de ellos son oligosacáridos provenientes de la fruta. Favorecen la regeneración de la piel, contribuyendo a la cicatrización y evitando el daño celular. Contribuyen a mantener la hidratación de la piel y a la absorción de vitaminas y minerales que son esenciales para cuidarla y mantenerla saludable. 

   - Probióticos: son microorganismos vivos, generalmente cepas concretas de bacterias. Al sumarse al resto de bacterias sanas de la piel contribuyen a enriquecer la variedad de la microbiota. Los más conocidos son la familia de los lactobacillus, que se encuentran en alimentos fermentados. Tienen un efecto positivo sobre la flora cutánea y, por tanto, sobre la función protectora de la barrera cutánea.

    - Antioxidantes: Son compuestos que reducen el estrés oxidativo y antiinflamatorios de origen natural. El más novedoso es el BRC, un activo biológico natural compuesto por un cóctel genuino de moléculas activas con potente acción reconstituyente de la matriz celular. Los antioxidantes son potentes sustancias antienvejecimiento. 

 

La combinación de estos 3 principios activos los hace un potente aliado ya no solo en problemas inflamatorios tales como dermatitis o acné, sino que también luchan contra el envejecimiento cutáneo. 

 

En resumen, las “bacterias amigas” marcan un hito en la innovación de productos para el cuidado de la piel. A medida que la ciencia avanza, se abre un campo prometedor para el desarrollo de cosméticos que no solo embellecen, sino que también protegen y equilibran nuestra piel, impulsando un enfoque más holístico y respetuoso con nuestro cuerpo y con el medio ambiente.

 

 -La piel real tiene texturas e imperfecciones. El objetivo es una piel SANA no perfecta-

Febrero, el mes del amor... ¡Propio! Cuida y valora tu piel

Febrero es un mes especial, no solo por el Día de San Valentín, sino también porque nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre el amor propio y el cuidado personal. En medio de la rutina diaria, es fundamental recordar que cuidar de nosotros mismos es esencial para nuestro bienestar emocional y físico.

 

La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano, es tu mejor vestido, tu carta de presentación y el cuidado diario es imprescindible a la hora de mantenerla en condiciones óptimas y prevenir el envejecimiento.

 

Aquí van unas estrategias para darle a tu piel el amor que necesita:

 

- Lo más importante es que hagas de tu rutina cosmética un ritual de bienestar diario, si lo ves más como un premio que como un trabajo, harás que la pereza desaparezca y el deseo de que lleguen esos minutos para ti renacerán.

- Dúchate con agua tibia para evitar la deshidratación de la piel.

- Una vez a la semana, puedes limpiarte el rostro con un cepillo facial para ayudar a que las células muertas se desprendan de la capa córnea y evitar el engrosamiento de ésta.

- Las condiciones climáticas de este mes, pueden afectar a tu salud cutánea. Es importante prestar atención a nuestra piel. La hidratación es clave, así que asegúrate de usar los productos adecuados para tu tipo de piel.

- Sé constante. Sólo necesitas repetir la rutina durante 21 días para convertirla en un hábito. Después de esos días todo quedará interiorizado y funcionarás de manera automática.

- No te olvides de tus labios, necesitan cuidados especiales durante el invierno. Mantenlos hidratados para que permanezcan suaves y evitar que se agrieten.

- Lleva una alimentación consciente y equilibrada: En esta época, intenta incorporar a tu dieta alimentos que nutran tu cuerpo y tu mente. Frutas y verduras de temporada y alimentos ricos en omega-3 pueden mejorar tu estado de ánimo, energía y reducen el estrés oxidativo provocado por los radicales libres.

- Este mes empiezan a notarse los efectos de los excesos navideños. Aparecen irritaciones cutáneas, brotes de acné y los temidos kilitos de más. Aprovecha la oportunidad de realizarte esos tratamientos corporales para lucir un cuerpo de 10 cuando llegue el buen tiempo.

- Hidrátate por dentro, no olvides que beber agua es esencial para mantener en condiciones óptimas tu organismo y tener una piel radiante.

 

Febrero es un mes perfecto para enfocarnos en el cuidado personal y el amor propio. Al dedicar tiempo a nosotros mismos, no solo mejoramos nuestra salud física y mental, sino que también nos preparamos para dar y recibir amor de manera más plena. ¡Así que este mes, regálate un poco de amor y cuidado!

 

-Cuidar tu piel todos los días es como enviarle notitas de amor a tu cuerpo-

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